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El auge del biogás abre la puerta a un nuevo modelo de planta centralizada para gestionar y valorizar las deyecciones ganaderas en Osona

Planta Vallderoures, Genia Global Energy

El auge del biogás abre la puerta a un nuevo modelo de planta centralizada para gestionar y valorizar las deyecciones ganaderas en Osona

El Plan de Biogás de Cataluña 2023-2030, presentado hace unos días en el Congreso BIT de Vic, pretende triplicar en siete años el número de plantas de biogás en el conjunto del país para aumentar de forma significativa la producción de esta fuente energética renovable. En comarcas como Osona, con una importante actividad ganadera y cárnica, las plantas centralizadas de biogás se perfilan como una de las estrategias colectivas más viables para tratar, gestionar y valorizar el elevado excedente de deyecciones ganaderas y residuos orgánicos que se generan . Se estima que en Osona sólo el 50% de las deyecciones ganaderas se pueden aplicar como fertilizante orgánico en los campos de cultivo, por lo que es necesario encontrar otras vías de gestión, tratamiento y, a poder ser, valorización.

Osona posee actualmente dos plantas de desimpacto que gestionan un volumen importante de purines y al mismo tiempo aplican cogeneración eléctrica y térmica mediante la combustión de gas natural. Sin embargo, la viabilidad económica de estas plantas está condicionada a las primas del Gobierno en relación con la gestión de los purines y la cogeneración térmica y eléctrica. Sin embargo, todo hace pensar que en los próximos años estas plantas dejarán de recibir las primas, lo que muy probablemente provocará su cierre. Ante esta realidad, varios expertos del Centro Tecnológico BETA de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), con la colaboración de Xavier Flotats, profesor emérito de la UPC, y con el apoyo del Consejo Comarcal de Osona y de Creacció, han trabajado en la definición teórica de un nuevo modelo de planta centralizada de biogás para la gestión de los purines y otros residuos orgánicos que se ajuste a la realidad de Osona.

Una jornada técnica el 18 de abril

Este modelo de planta, pensado para resolver las necesidades concretas de esta comarca, se dará a conocer en el marco de una jornada técnica que se realizará el martes 18 de abril, a las 10 h, en la Sala Segimon Serrallonga de la Masía Torre de los Frailes de la UVic-UCC, con la colaboración del Clúster Bioenergia Catalunya. En la jornada, el grupo de expertos que ha trabajado en la propuesta mostrará las principales líneas del proyecto a partir de las cuales se podrían empezar a concretar las fases de ejecución reales. 

La jornada incluirá la participación de diversas empresas promotoras de plantas similares a otros lugares, que aportarán su experiencia. Aparte de presentar los resultados del trabajo que se ha llevado a cabo hasta ahora, con este encuentro se quiere llegar al máximo de actores posible de la cadena de valor del biogás (empresas promotoras, ganaderos, inversores, comercializadoras, distribuidores, consumidores , etc.) ya representantes políticos del territorio.

Aspectos de la futura planta

El grupo de expertos ha trabajado en la recopilación de datos e identificación de la realidad que se ha realizado desde la Mesa para la Gestión Sostenible de la Ganadería en Osona, en los últimos años coordinada técnicamente desde el CT BETA y presidida por el Consejo Comarcal de Osona. El diagnóstico ha permitido identificar y cuantificar los tipos de residuos y subproductos orgánicos que se generan en Osona y que potencialmente podrían ser valorizados en la nueva planta propuesta. En este sentido, no sólo se trata de deyecciones ganaderas sino también de otros residuos orgánicos que pueden incrementar notablemente el potencial de valorización: residuos cárnicos, fangos de depuradora, y suero del sector lácteo o residuos orgánicos municipales, entre otros.

El informe en el que han estado trabajando los expertos aborda temas tan relevantes como la posible ubicación de la planta centralizada de biogás en Osona. Teniendo en cuenta que la normativa actual y la propia orografía del territorio hacen que en esta comarca prácticamente no existan zonas disponibles para construir una nueva planta, “una opción que se ha explorado es la viabilidad de reconvertir instalaciones que actualmente ya disponen de permiso para tratar deyecciones ganaderas”, explica Ricard Carreras, investigador del CT BETA y coordinador del proyecto del nuevo modelo de planta de biogás en Osona.

Otro aspecto que se ha puesto sobre la mesa es el esquema tecnológico que debería seguir esta futura planta de biogás. El núcleo central sería la digestión anaerobia o biogasificación, un proceso biológico que tiene lugar sin la presencia de oxígeno, en el que parte de la materia orgánica de los residuos orgánicos se transforma, por acción de los microorganismos, en una mezcla de gases. Este proceso permitiría generar biogás que posteriormente podría utilizarse para sustituir el gas natural o bien para generar electricidad y calor. Además, según Carreras, “la planta también debería incorporar, de forma bien dimensionada, procesos de tratamiento del digestado como el secado y la peletización, así como de evaporación o condensación que permitirían generar varios tipos de productos fertilizantes de alto valor añadido”.

Los objetivos del Plan de Biogás

El modelo de planta de biogás de Osona se enmarca en el Plan de Biogás de Cataluña 2023-2030 que se presentó en el Congreso BIT de Vic, el congreso de referencia en Cataluña de la Bioeconomía, Innovación y Tecnología. El Plan de Biogás tiene por objetivo llegar a instalar 90 plantas más hasta el año 2030, que se sumarían a las 47 que ya existen en la actualidad, de las cuales 30 son en depuradoras, 12 valorizan deyecciones ganaderas, y 5 se encuentran en plantas de tratamiento de residuos urbanos. El Plan de Biogás de Cataluña prevé que la producción de biogás en 2030 podría alcanzar los 3,3 TWh anuales, el equivalente al 13% del actual consumo de gas natural. 

Aparte de la misma producción de biogás, uno de los arrecifes que quedan por resolver es la conexión con las redes de distribución de gas natural, a partir de la transformación en biometano. En ese momento, sólo dos de las 47 instalaciones actuales están conectadas de esta forma.

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