El proyecto Migratoebre lleva cuatro esturiones al Ebro medio siglo después de su desaparición

Desde primeros de marzo las instalaciones del IRTA (Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias) en Sant Carles de la Ràpita acogen cuatro esturiones europeos (Acipenser sturio) que se trasladaron desde Francia. Se trata de los primeros ejemplares de esta especie que se llevan al Ebro en el marco del proyecto LIFE+ Nature Migratoebre, dirigido científicamente por el Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos (CERM) de la UVic-UCC, que tiene como objetivo la repoblación de peces migradores en el tramo final de este río. El pasado lunes, esta meta obtenida por el proyecto se presentó en un acto público donde asistió Marc Ordeix, director del CERM.

Esta especie en grave peligro de extinción desapareció del Ebro hace cerca de cincuenta años. Aparte de la pesca -del esturión se extrae el caviar- las otras causas que contribuyeron a su desaparición fueron la construcción de presas - que les impiden ir río arriba para reproducirse- y la disminución del caudal. Su esperanza de vida, de hasta 100 años, y sobre todo el hecho de que no estén preparados para criar hasta que tienen entre 12 y 14, contribuye a dificultar la repoblación. Hoy, de todo el mundo, sólo se conservan, aún en proceso de recuperación, en la cuenca de los ríos Garona y Dordoña, en Aquitania (Francia).

Los 4 esturiones, de 12 años, han sido cedidos por la asociación MIGADO (Migrateurs Garona Dordoña), con la participación de la Unidad de investigación EABX del IRSTEA-Centro de Burdeos, la aprobación de la DREAL del Gobierno de Nueva Aquitania y el compromiso de los gobiernos catalán, español y francés y las entidades socias del proyecto Life MigratoEbre. Han llegado a su destino después de un viaje de 12 horas por carretera y de un proceso de negociación de más de dos años.

Con su llegada, el proyecto MigratoEbre inicia un programa de sensibilización de la población local y catalana sobre la importancia y la necesidad de su reintroducción en el río. En este contexto, la evolución de los esturiones se puede seguir en streaming a través de dos cámaras subacuáticas instaladas en el tanque adaptado donde viven. Al mismo tiempo, esto permite estudiar su adaptabilidad en el Ebro. Aunque estos ejemplares no serán liberados al río, es el paso previo para, dentro de un tiempo, llevar de más jóvenes para su reintroducción en el Ebro.

El proyecto LIFE Migratoebre trabaja para recuperar especies de peces migradores amenazadas, como la anguila, la saboga y la lamprea, aparte del esturión europeo, y para mejorar la gestión en el tramo final del río Ebro, de FIix hasta la desembocadura el Delta. Dentro del mismo proyecto, en junio de 2018 se inauguró una rampa para peces en Ascó (Ribera d'Ebre), que les permite salvar la barrera que representa el azud, de 170 metros de ancho y 2 de altura, que capta agua para la refrigeración de las centrales nucleares Ascó 1 y Ascó 2. Ahora se trabaja en el proyecto de construcción de otra rampa para peces, en el azud de Xerta.

El Instituto para el Desarrollo de las Comarcas del Ebro  (IDECE) coordina este proyecto que, además del CERM, tiene de socios la Fundación Catalunya - La Pedrera, el Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias (IRTA), el Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Generalitat y el Parque Natural del Delta del Ebro.